Cuando aparece el sol debemos extremar las precauciones para no quemarnos y mucho más si tenemos un bebé, a quien debemos cuidar de la exposición solar. Por ello, vamos a darte unos cuantos consejos para que puedas proteger a tu bebé.
Tips para proteger a tu bebé del sol
La ropa es uno de los mejores aliados para proteger a nuestro bebé, pero no vale cualquier clase de prenda. Deben estar confeccionadas únicamente en algodón puro, evitando cualquier clase de tejido sintético porque además de dar bastante calor puede provocarles rozaduras y molestias.
También hay que utilizar un gorro para protegerle la cabeza, evitando que el sol incida sobre ella. Debemos procurar no tapar demasiado al niño para que no sufra un golpe de calor. Camiseta de manga corta, calzado ligero con calcetines de algodón, un pantaloncito o una falda y una gorra será suficiente para que vaya protegido.
Es muy importante tener en cuenta que no se debe exponer al sol a los bebés menores de seis meses porque su piel es especialmente sensible a los efectos de los rayos ultravioleta. Si se va a salir con el bebé y hace mucho sol, siempre hay que tenerlo protegido con una sombrilla.
En caso de los bebés menores de seis meses, también hay que recordar que las cremas de protección solar no son recomendables, ni siquiera aquellas que tienen el máximo índice de protección. Además, puede que los químicos con los que están hechas afecten a su piel.
A partir de los seis meses de edad ya se les puede aplicar protector solar, pero siempre con moderación hasta que el bebé tenga un año.
Se recomienda aplicar una media hora antes de exponer al pequeño al sol y aplicar crema cada dos horas haciendo especial hincapié en labios, cuello, cara, orejas, piernas y brazos sobre todo.
En lo referente al protector solar que hay que aplicar al bebé, hay que elegir una que tenga un factor de protección alto, que sea resistente a la fricción y al agua además de que combata contra rayos UVA y UVB.
La hidratación adecuada es obligada dado que los niños menores de tres años no tienen la misma capacidad para regular el calor que los adultos y son bastante propensos a los golpes de calor.
Para finalizar, lo mejor es evitar salir con el bebé por el sol en las horas centrales del día, que es cuando más fuerte incide. Por lo demás, teniendo las mínimas precauciones, al pequeño no tendría por qué pasarle nada.