¿Si nuestros abuelos han viajado sin sillita cuando eran unos bebés y no les ha pasado nada por qué deberíamos usarlas nosotros?
Los tiempos han cambiado, la circulación y los coches no son lo mismo que eran. El ajetreo, la cantidad de coches en las calles, los peatones… todo esto crea una circulación bastante saturada en la que es normal que se produzcan frenazos, giros bruscos e, incluso, accidentes y nuestros bebés puedan sufrir las consecuencias.
Ya no se trata solo de seguir la normativa de seguridad vial, sino de proteger a los bebés y a los niños pequeños. Es importante recordar que los pequeños tienen el cuerpo menos desarrollado que nosotros y los impactos o movimientos bruscos les afectan mucho más. Lo que a nosotros nos puede parecer un pequeño frenazo a ellos les puede afectar muchísimo.
Por eso, es recomendable el uso de sillas con buenos sistemas de sujeción y recomendamos especialmente el uso de sillas a contramarcha. Cuando ocurre un frenazo nuestro cuerpo tiende a tirar hacia adelante. Con una sillita recta, la cabeza del niño y sus cervicales sufren una gran presión, mientras que con una sillita a contramarcha todo su cuerpo está más protegido.
Es cierto que siempre da reparo poner al bebé mirando hacia el asiento sin que pueda vernos o sin poder vigilarlo pero es mejor pensar que va a ir más seguro. Esto se puede solucionar si recurrimos a un espejo trasero de seguridad.
Para aquellos papás y mamás que no están 100% seguros de qué silla elegir, ten en cuenta que en el mercado existen multitud de modelos que pueden utilizarse en ambas posiciones, sólo debéis estar seguros de que es adecuada para vuestro hijo. En Amazon puedes encontrar una gran variedad de modelos y marcas.
A la hora de comprar también hay que fijarse en el relleno de la sillita, mirando siempre que sea un material que se amolde bien a nuestro bebé y absorba correctamente los impactos. Además, si por tu trabajo o por tener más de un coche vas a necesitar mover y retirar la silla con asiduidad, te recomendamos una silla con sistema ISOFIX que te hará la tarea más fácil, búscalo entre una gran variedad de sillitas en el mercado. Además, si vas a estar moviéndola mucho, te interesa que sea lo más ligera posible.
Algo también muy importante es tener en cuenta la edad del bebé para la que se encuentra recomendada cada una de las sillitas. La mejor solución sería comprar una sillita adaptada a la edad de nuestro bebé, aunque esto suponga un gasto más importante ya que tendremos que comprar otra cuando el pequeño crezca. Otra opción es comprar una silla de mayor edad y utilizar un adaptador para que nuestro bebé vaya perfectamente sujeto y, cuando crezca, podamos quitar el adaptador y continuar utilizando la silla.