Dentro de las muchas opciones que hay a nuestra disposición para entretener a nuestro pequeño queremos enfocarnos en dos productos que muchas personas consideran imprescindibles, la hamaquita y el parque. ¿Cuál de ellos es mejor?
¿Hamaquita o parque?
Las hamaquitas son una opción para cuando el bebé está despierto, una buena alternativa a la cuna que permite al retoño estar cerca de la madre dado que puede transportarse y colocarla de forma que el pequeño pueda ver qué es lo que esta sucediendo a su alrededor..
Este producto es ideal para bebés de hasta que el bebé pesa aproximadamente unos 8 o 9 kilos y cuando sus movimientos aún no son bruscos.
La recomendación es que no se deba usar durante más de una hora y se realicen cambios posturales, recordando sobre todo que éste no es el lugar ideal para que el bebé duerma dado que el cuerpo del bebé no quedará completamente estirado y no dormirá de forma natural.
El entretenimiento en este producto es limitado dado que está con correas y las hamaquitas no es que tengan muchas opciones de entretenimiento salvo los pequeños detalles que pueda tener y lo que pueda ver a su alrededor o tenga en sus manos.
Por otro lado nos encontramos con los parques, ideales para bebés a partir de los 7 u 8 meses, cuando comienzan a estar sentados. En este caso es recomendable colocar una manta antideslizante en el suelo.
Al igual que sucede con las hamaquitas, no es recomendable que el bebé esté más de una hora dado que un parque puede limitar bastante sus movimientos y que su mamá o papá se “desentiendan” de él durante más tiempo del necesario.
Es óptimo para cortos espacios de tiempo, un lugar ideal que les permite gatear un poco (dependiendo de lo grande que sea) y jugar con todos sus juguetes. También dependiendo del modelo de parque que tenga, el bebe tendrá una visión más o menos limitada de su entorno, por lo que hay que intentar que tenga el mayor campo de visión posible para que el pequeño se sienta cómodo y no se sienta solo.
A pesar de que ambos productos tienen sus pros y sus contras, no son malos compañeros para el crecimiento y desarrollo de nuestro bebé, siempre que no los usemos para dejarlos quietos y dedicarnos a otras cosas, con una hora como máximo en cada lugar será más que suficiente.